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19 de octubre de 2014

DESAZÓN


DESAZÓN




Ese hombre que se pierde
entre muertos que respiran
y esqueletos sonrientes;

ese hombre que perdió
su paraíso
en el bies de una farola
desplomada
empeñado hasta el talud
de las cejas
en alejar sus ocasos,
se muere tibio de vida.

Se ha perdido
y se indaga
aunque está sordo
a su voz
y a sus asuntos.

Ese hombre
—como yo—

se asoma a la ventana
y deshoja la fatiga
y saquea en ella
su congoja,

y se vuelve después
 a su estoicismo

a tragarse la ración de soledad
de cada día.

Antonia María Carrascal

Del libro"Y ELLOS NACIERON UN POEMA CADA DÍA CON EL QUE FUERON PONIENDO ALAS A LA TIERRA"

2 comentarios:

  1. Cuando esa soledad viene acompañada de una buena lectura poética, es menos soledad en el sentido estricto del término.
    Gran delicadeza en el texto y en la presentación.
    Un abrazo

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  2. Ahh, nada como la poesía para llenar vacíos... Gracias, José, por tu comentario.

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