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20 de diciembre de 2014

Visión original de la navidad en la poesía de los clásicos.


NACIMIENTO DE CRISTO,

EN QUE SE DISCURRIÓ LA ABEJA


Sor Juana Inés de la Cruz

De la más fragante Rosa

nació la Abeja más bella,

Abejas por Manuel Boix

a quien el limpio rocío

dio purísima materia.



Nace, pues, y apenas nace,

cuando en la misma moneda,

lo que en perlas recibió,

empieza a pagar en perlas.



 

Que llore el Alba, no es mucho,

que es costumbre en su belleza;

mas quién hay que no se admire

de que el Sol lágrimas vierta?




Si es por fecundar la Rosa,

es ociosa diligencia,

pues no es menester rocío

después de nacer la Abeja;



y más, cuando en la clausura

de su virginal pureza,

ni antecedente haber pudo

ni puede haber quien suceda.



Pues a ¿qué fin es el llanto

que dulcemente le riega?

Quien no puede dar más Fruto,

¿qué importa que estéril sea?



Mas ¡ay! que la Abeja tiene

tan íntima dependencia

siempre con la Rosa, que

depende su vida de ella;



pues dándole el néctar puro

que sus fragancias engendran,

no sólo antes la concibe,

pero después la alimenta.



Hijo y madre, en tan divinas

peregrinas competencias,

ninguno queda deudor

y ambos obligados quedan.



La Abeja paga el rocío

de que la Rosa la engendra,

y ella vuelve a retornarle

con lo mismo que la alienta.



Ayudando el uno al otro

con mutua correspondencia,

la Abeja a la Flor fecunda,

y ella a la Abeja sustenta.



Pues si por eso es el llanto,

llore Jesús, norabuena,

que lo que expende en rocío

cobrará después en néctar. 



2 comentarios:

  1. Propio para las fechas que estamos. Es un honor compartir tus gustos literarios.- Feliz Navidad, Antonia.- Un abrazo

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  2. El honor es tenerte como amigo. Feliz Navidad para vosotros también.

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