SONETOS AL 1ER. CENTENARIO
DEL SUJETADOR
I
Represora mordaza que a la teta
le marca directriz, volumen, horma…
Cuando alambre o relleno fijan norma
el vaivén juguetón no se respeta.
Rocinante angarilla, va repleta
de carne encorsetada que transforma
pues, del yugo animal tomó la forma
y en coyunda boyera la encarpeta.
¡Ni justillo, corsé o sujetador!
Como fémina reniego desde el nombre
hasta el uso de tales adminículos.
Marginal sigues siendo, ceñidor,
hasta el día en que, iguales, algún
hombre
se coloque sostén en los testículos.
Antonia María Carrascal
Antología “El dos de pecho”
Cien años de sujetador 1989
Ediciones El Carro de la Nieve
ISBN.:84-86697-02-2
Ja! Tremendo, amiga.
ResponderEliminarAbrazos
Amigo Pichi, espero que ese "tremendo·" implique que te gustó o al menos que te hizo reír. Un abrazo.
EliminarAh! Ya sabía que lo había comentado —apareció hoy, de nuevo, en mi escritorio—, pero me alegro de regresar porque leo tu duda...Claro que me gustó, y me sigo sonriendo...sobre todo por el final...Que he tenido que usar soportes, y no resultan nada cómodo —aunque muy necesario en algunas actividades—. No olvido que, siendo portero en unos Juegos Escolares, le arrebaté el balón de los pies a un contrario que ya había inciado la patada...y la terminó ahí mismo, según me contaron cuando desperté en el hospital —no llevaba soporte alguno—. No sé si a las mujeres les dolerá tanto un golpe en los senos, pero sí sé, que los testículos es el punto débil de los hombres. No lo comentes, para que las mujeres no abusen, pero la mujer más débil, puede poner de rodillas al hombre más fuerte del mundo, si ataca esa zona. Jajaja. Abrazos + Buen finde!
EliminarJajajaja. ¡Qué gracia, tu comentario! Así es la vida. Aunque no puedo opinar por experiencia propia, evidentemente, los testículos duelen más (eso creo). Y ya sabes qué hay que hacer cuando practiques deportes, jajaja.
EliminarOtro abrazo.
Desde luego, Antonia, no queda más remedio que rendirse ante tanto arte. Con qué gracia y con qué certeza lo cantas... Por cierto, no pienso aderirme a la proclama del último verso.- Besos
ResponderEliminarGracias, Arruillo, por tus palabras de aliento y amistad.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del final... es una pena que te niegues a vivir nuevas experiencias, jaja.
Un abrazote grande.
Qué arte, Antonia. He terminado de leer el poema con una sonrisa. Por cierto, tengo la antología desde que se presentó. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra haber provocado tu sonrisa, amiga. Si tienes la antología sabrás que no es este el que se publicó. Hice tres para tal ocasión y como este era el más descarado, no lo envié. Recientemente l ha visto una amiga y me ha pedido que lo publique. Algún día, colgaré los otros.
EliminarDeseo que esté disfrutando unas excelentes vacaciones.
Un abrazo desde la tórrida Sevilla.