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27 de noviembre de 2014

EL HOMBRE QUE TE HABITA

OPINIÓN DE LOS LECTORES


Empiezan a llegarme opiniones de algunos lectores. En esta ocasión corresponde a Francisco Correa, poseedor de uno de los treinta y cinco libros que se vendieron el día de la presentación. Transcribo parte de su mensaje

  Esta mañana, recién levantado, lo primero que he hecho ha sido desayunarme del tirón y de un solo trago, cual copa de exquisito vino, EL HOMBRE QUE TE HABITA. Ha sido tal el regusto que me ha dejado que me obligará a empapame en sucesivas lecturas, sobo a sorbo, de tan embriagante licor. He acometido una primera lectura rápida, pero ya he podido libar el néctar delicioso de sus bellas metáforas y me adhiero contigo al compromiso de amor al hombre y a su magnífico entorno en tan maravilloso como maltratado planeta.
          He podido experimentar un primer gozo con esta somera lectura de "tu libro", pero no te preocupes que me engancharé a la teta de volverlo a releer cuantas veces sea necesario hasta que lo haga "mi libro", que no lo dudes, pues ya ayer me lo advertiste, que lo haré mío.
Compartiré tus inquietudes "EN ESTOS DÍAS ÍNFIMOS" y, desde ya, yo sí "QUERRÍA SEMBRAR CONTIGO UN BOSQUE".
          He disfrutado como un cosaco, sobre todo con varios sonetos, bellos, bonitos, preciosos y profundos, denuncias valientes y lamentos vigorosos, que tal vez propongan soluciones utópicas pero que tenemos la necesidad y la obligación de agarrarnos a ellas: "YO QUISIERA ENCONTRAR UN NUEVO CREDO", "EL HOMBRE NO ME OFRECE LA ESPERANZA", "PIDO A DIOS QUE DESCIENDA DE OTRA FORMA", Y "ME LLAMO TIERRA".
          Especialmente me ha impactado la fuerza y la rabia del poema "EN QUÉ TIERRA, MUJER", No sé si habré captado tu idea, pero yo la aplico tanto a la TIERRA como a la MUJER, las dos palabras claves del poema, del libro y de la vida.
          Considero que quien escribe y publica se desnuda ante el lector. Como alguien dijo de las coplas, cuando las canta el pueblo ya no son de su autor, sino del pueblo, así cuando la literatura llega al pueblo, ya pertenece al pueblo.

     ¡Vamos, que me descubro ante la artista! ¿Eso se llama duende? ¿Se llama valor? ¿Se llama arte? ¿Se llama entrega? ¿Se llama compromiso contigo misma y con las letras? Pues sí, se llama todo eso y más. Se llama sobre todo amor, porque sin amor no se puede expresar la belleza, en este caso amor a la "palabra". Decías ayer que solamente tenías el arma de la palabra. Ciertamente, pero es el arma más poderosa y eterna. Cayeron los imperios, cayeron los poderers feudales, cayeron muchas culturas, caerán los imperialismos del liberalismo salvaje de las finanzas, caerán los petrodólares, caerán y cambiarán hasta las ideas, pero siempre permanecerá la palabra.
         Me has regalado un tesoro que cuidaré y disfrutaré en repetidas visitas cada vez que necesite un trago de agua fresca con su lectura.

He de decir que todo lo entrecomillado y mayúsculas corresponde a títulos de algunos poemas del libro. Para entender por completo la opinión podéis consultar el libro si ya lo tenéis, si todavía no, lo entenderéis del todos del todo cuando cuando lo hayáis leído.

4 comentarios:

  1. Y todos los buenos comentarios que te van a llegar. Este poemario es EX-CE-LEN-TE. Enhorabuena, amiga.

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    1. Gracias, Ness, hubiera sido estupendo verte aparecer por allí ese día, pero la distancia es una gran tirana siempre en contra de los deseos. Te mencioné para citar alguna opinión tuya y te eché de menos. Un abrazo.

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  2. Qué bien, amiga. Aunque no lo he leído, sé de tu calidad poética y, en nada me sorprende, que recibas muchos elogios.
    Enhorabuena!
    Abrazos

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  3. Querido José:
    No recibo mejores elogios que los de vosotros mis amigos. Cierto es que ese día hubiera querido teneros cerca a todos y daros un abrazo, pero hay que conformarse con lo que hay. Gracias por tus cariñosas palabras. Un abrazo.

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