BLOG DE ANTONIA MARÍA CARRASCAL

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30 de noviembre de 2015

RECITAL EN LA ESQUINA AZUL

Me dejé pasar unos días, pero aquí traigo unas fotos del recital en el que participé con Jesús Tortajada en La Esquina Azul, como miembros de ACE (Asociación Colegial de Escritores de España).      


13 de noviembre de 2015

Un nuevo poema del libro "EL HOMBRE QUE TE HABITA". Con él os recuerdo mi próxima intervención en La Esquina Azul el próximo día 19 acompañada de Jesús Tortajada.




DESNÚDATE, MUJER

Desnúdate, mujer,. Acrecienta tus alas
y corre a restañar
las antiguas heridas de la carne,
el atávico útero dañado,
la sapiencia ancestral de sabias y chamanas
que la historia redujo en las hogueras.
Acaricia tu vientre,
libéralo de cirios opresores
si te insertan la ley de viejos mandamientos.
Comulga con la luz,
que en anillos de plata la luna se te ciña.
Resplandezca tu cuerpo de Afrodita,
el cauce de tus pechos que alimentan
con miel de leche a los mortales.

Matrona germinal como la tierra diosa,
como la Diosa Tierra,
exige de cuidados
para que sean dulces tus espigas
y líbranos de todo mal,
                                      amén.

 

10 de noviembre de 2015

El corazón del verbo: TRES (Amor sin connivencia)El tres tiene ...

El corazón del verbo: TRES (Amor sin connivencia) El tres tiene ...: TRES (Amor sin connivencia ) El tres tiene la imagen y me evoca la fauna que sobró en el paraíso: ofidio que estrechó sin el perm...



TRES (Amor sin connivencia)

El tres tiene la imagen y me evoca
la fauna que sobró en el paraíso:
ofidio que estrechó sin el permiso
divino, las raíces de tu boca

y mi sed de escuchar. Pelota y foca
somos ambos: fluctuante, inconciso
tú. Yo alegre; periódico, preciso
pleamar. Sin licencias en la poca

cordura que nos llaga y envenena,
mirada desde acá, nos mece ardiente;
mirada desde allá, nos avasalla.

Licencia para amar nos es muy buena
en este andar que aboca a la pendiente.
Licencia de olvidar…quizás no haya.

Antonia María Carrascal

Del libro "Y ellos nacieron un poema cada día con el que fueron poniendo alas a la tierra. 
Accésit al premio Ricardo Molina


1 de octubre de 2015

ACTO INAUGURAL DE LA ASOCIACIÓN COLEGIAL DE ESCRITORES (ACE)

Francisco Vélez y Pedro Luis Ibáñez
Ayer, sesión inaugural del curso cultural 2015-2016 de ACE Sevilla, con Francisco Vélez Nieto (presidente de honor y consejero), que nos acercó la figura del incomparable César Vallejo. El acto estuvo presentado por nuestro delegado Pedro Luis Ibáñez Lérida. Después del acto, y mientras tomábamos un vino, tuvimos una charla distendida y la ocasión de conocer a nuevos compañeros/as.

3 de septiembre de 2015

                   
                  


                               JOSÉ  ELGARRESTA: 


De la mano de Manuel Quiroga Clérigo, secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España, me llega la siguiente reseña literaria  del más reciente libro de José Elgarresta, para inaugurar la segunda temporada de la sección LA CEBADA AL RABO con que mi blog EL CORAZÓN DEL VERBO pretende contribuir a la difusión y conocimiento de la poesía viva de nuestro tiempo.

“NUNCA OS ENAMORÉIS DEL PASADO”
“INSTANTÁNEAS DE UN ROSTRO INFINITO”. 
Alacena Roja, Ceutí, 2014, 60 páginas

Una excepcional y muy lírica colección de poemas conforman el libro de José Elgarresta titulado “Instantáneas de un rostro infinito”. Elgarresta, escritor muy crítico con la sociedad y la cultura que nos acoge, en este caso se convierte en un analista del amor y sus consecuencias. Para él vale más una mirada que un millón de euros, moneda que lleva camino de un notorio desprestigio gracias a la serie de políticos descabellados y de capitalistas egoístas que pretenden hacer un mundo a su imagen y semejanza.
Seguramente es ese amor, esa mirada, el motivo que mueve la existencia. Y ante los afectos imperecederos, ante la vitalidad de un momento complaciente ni importan las crisis, ni asusta el dolor. Por eso estas “Instantáneas de un rostro infinito” se convierten, plácidamente, en un mundo abierto a las caricias, los deseos, las vehemencias. El libro dedicado a Elvira Daudet se abre con unos sencillos versos: “Mi corazón/como una ola/va y viene,/como una ola en el mar./Mi corazón es una ola…/¿O es el mar?”. Seguramente, como a otros escritores, el mar es parte de las ensoñaciones, de los momentos compartidos;  es el nexo de unión para todas las cercanías, para todas las intimidades. Nada más espléndido que  un horizonte azul o una puesta de sol en ese mismo horizonte.

24 de agosto de 2015

LA CEBADA AL RABO

UNA VOZ CON FUERZA

Santos Domínguez, ganador del XXXII Premio “Ciudad de Badajoz” de poesía. Año 2014
Imagen extraída de internet

“El dueño del eclipse”

Agria exprime la tarde su zumo de luz verde,
da cristales, perfiles
de juncos y cuchillos,
prontuarios de arena y pechos de ceniza
donde se aloja el tiempo y se niega la sangre.
Esquivos como peces,
allí posan el sueño y el latido
su vocación etérea, su fugaz flor de hielo.
Porque la tarde es esto: el ciervo y la serpiente,
la inocencia y el rastro reptil de lo caído:
la brújula y las horas, el aire fermentado
con el zumo amarillo de la luz de septiembre.
El dueño del eclipse
asombra por igual a rosas y a serpientes,
a distantes estatuas en su frío con otoño.
La tarde iza en el viento su luz emparentada
con el hacha que quiebra
sobre otros laberintos de espejismos con límites
las nubes del limón amargo del recuerdo.
Santos Domínguez
De: “El dueño del eclipse” I “En la ciudad del sueño”
Obra ganadora del XXXII Premio “Ciudad de Badajoz” de poesía.
Ed. Algaida 2014©

3 de agosto de 2015

RESEÑAS

Me llega otra valiosa opinión para mi libro "El hombre que te habita". 

Esta vez la envía Yusnel Fleites Jefe de información de Vanguardia de Cuba.



Antonia María Carrascal: el hábitat natural del verso (breves impresiones de un lector amigo)


El hombre que te habita devela el grito de muchos; devela un estallido de conciencia poética de acusado civismo ambientalista que no deja, sin embargo, de ser esa voz certera que engrana en su conjunto un texto de probado lirismo.
Antonia María Carrascal transita en su libro por la vida mancillada de un mundo no salvado aún y necesitado de ese Hombre Nuevo que revisita en sus versos, ya sea mediante sonetos de sobria factura o a través de la versificación libre, despojada de oscurantismos metafóricos o hermetismos insulsos.
El hombre… ahonda en los intersticios del ser moderno, ausente de sí mismo y de su propia suerte como especie. Intenta —y consigue muchas veces— desarmar el entramado de infortunios que ha sido nuestra historia, soslayada a veces en aspectos tan vitales como el compromiso con el sitio donde nos toca pasar de un estado a otro de nuestra existencia.

Me llamo Tierra y Diosa y madre y soy/el vientre que a tu ser ama y sustenta. / Malherida de amor, rota y sedienta/ me agoto sin saber a dónde voy (…)

En este suelo, el hombre/agota manantiales hasta exprimir la teta/que amamantar podría/estériles eriazos (…)

Pero Antonia cree en la salvación, sobre todo en la que anida en la conciencia de ese otro hombre que insiste, que no ceja en el propósito de devolverse a sí mismo y a los suyos la esperanza.

30 de julio de 2015

RESEÑA

Hay en este libro poemas cuantiosos, refinados, de gran belleza, musicales.   

 De la pluma de Manuel Quiroga Clérigo, secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE España), me llega esta reseña de mi libro "El hombre que te habita"




 ANTONIA MARÍA CARRASCAL: “¿QUERRÍAS TÚ SEMBRAR UN BOSQUE?”.
PUBLICA “EL HOMBRE QUE TE HABITA”, EDÍLICA, SEVILLA, 2014,  62 PÁGS.

Termino de leer el precioso poemario de Antonia María Carrascal “El hombre que te habita” cuando escucho la triste noticia del cierre del Café Comercial de Madrid, lugar donde la vida se hacía literatura y donde la poesía solía tener algunos escaños. Era notoria la presencia de interesantes escritores, como ya rememorara Camilo José Cela, en “La colmena” y, últimamente, entre la serie de poetas anónimos y de enamorados casi furtivos, pudimos conversar largamente con Tomás Segovia, un creador muy estimado por varias generaciones.
Pero enseguida llega otra noticia terrible. Perú rescata de la selva a 39 mujeres y niños que durante 30 años han sido retenidas por Sendero Luminoso, tras haber sido las mujeres destinadas a ser esclavas sexuales y cuyos hijos, nacidos debido a las violaciones que sufrieron sus madres, estaban siendo adoctrinados en las enseñanzas del maoísmo para ser destinados a la guerra contra el ejército y el estado peruano.
Luego está todo lo demás, Rajoy rodeado de su cohorte con promesas y más promesas, la condena a muerte del hijo de Gadafi, Grecia y sus exigencias a los malvados europeos, Obama refrendando con su presencia a los gobiernos escasamente democráticos de Kenia y Etiopía, la cuestión catalana de la que ya hablaban Joaquín Costa y Pí i Margall , los depredadores de la Bolsa, la muerte del abuelo de la Reina Letizia, que no es reina de ninguna parte porque la Constitución sólo habla de un Rey y no de sus parientes, Ana Patricia Botín nombrada consejera del primer ministro británico a ver si así la banquera llega a fin de mes, la protección de Villar de Cañas como reserva para las aves (grullas, avutardas y sisones), a fin de evitar la instalación de un cementerio, denominado almacén temporal de residuos nucleares. De un trabajo para mi hija o mi sobrina no se dice nada.
Este es el mundo en que vivimos, el mundo que nos habita, diríamos, casi con palabras de la escritora sevillana. Así que poco pueden hacer los poetas ante tal estado de cosas; incluso muchas veces sus versos se quedan olvidados en cajones antiguos. Pero, pese a todo, la poesía existe y sigue siendo parte del universo de las desigualdades y violencias que suelen desconocerse.
Y entonces vuelvo a las páginas de la hermosa recopilación de versos de Antonia María. Y leo la primera cita del libro, que es de José Luis Sampedro, el tan recordado: “No hemos aprendido a vivir como humanidad, la humanidad está por hacer”. Llega la primera parte del volumen, titulada “Al pie del infortunio”, donde el ser humano, el planeta Tierra, la amargura cotidiana, los afectos y otras cuestiones conforman un espacio de reflexión y, a veces, de preocupada ternura en que, efectivamente, el mundo de las noticias suele estar presente incluso desgarradora y tristemente. “En este suelo, el hombre-escribe la autora en el primer poema-/agota manantiales hasta exprimir la teta que amamantar podría estériles eriazos;/rastrea su intestino/para inmolar en piras/el calor de su sangre;/volcánica erupción de muerte dolorida”. Si, la poesía también forma parte de todos los secretos de un mundo a la intemperie, entonces, poco importa que las editoriales presten escasa atención a la labor de los poetas o que no se compren sus libros o se remunere su trabajo. El segundo poema de este libro es “Hoy el hombre camina conmovido”; sólo tres de sus versos ya se yerguen como un monumento a la realidad de nuestra época: “Alarga la mirada/y contempla la vida en decadencia/al pie del infortunio”. Es la historia del ser humano cuyo trágico fin es, simplemente, una oscura meta pues se encuentra solo ante todas las adversidades. Así que caminar por esos senderos no es fácil pero, a veces, puede tenderse una mano, desear una cercanía con los demás, analizar los afectos que pueden acompañarnos. Por todo ello, tal vez, la autora de “Rumbo a Gaia”, una interesante muestra de literatura juvenil, pregunta: “¿Querrías tú sembrar conmigo un bosque?”. Falta hace sembrar, plantar árboles, cuidar el entorno cuando vemos que en estos veranos ardientes la simple desgracia, el descuido de seres irresponsables o algunos aborrecibles intereses, como pudimos conocer en la Galicia de hace veinte o treinta años, son capaces de destruir bosques enteros, arrasar senderos, calcinar castaños, devastar fauna y flora sin más contrapartida que el dolor y la miseria para todos. Dos sonetos seguidos, “Yo quisiera encontrar un nuevo credo” y “El hombre no me ofrece la esperanza” nos hablan del ser desvalido, egoísta y desasistido. “La paz le pido. Que avaricie olvide”, leemos. Luego llegan los sueños, o el sueño, la situación de la mujer en las sociedades caducas y ciegas: “Hermana escarnecida:/en el vientre gestante universal,/como son tus verdugos, ¡eras libre!,/pero fuiste a caer en las coyundas/que los bueyes pusieron en tu cuello”. Y eso sin mirar a otras esferas, a esas religiones de la opresión y el odio, a esas sociedades de la avaricia y la ingratitud. Posiblemente no se tenga en cuenta el valor de la vida, tanta es la necedad, la brutalidad de determinados individuos que el escuchar en una televisión a una especie de asno con zapatos que “la mujer es algo de usar y tirar” las personas, digamos racionales o decentes, se sienten avergonzadas aunque tales actuaciones no suelen conmover a las fiscalías, juzgados o autoridades, pero sí es cierto que el desprecio más profundo recae contra quienes profieran tales frases y, además, actúan de tal manera.