De la mano de Manuel Quiroga Clérigo, secretario general de la Asociación Colegial de Escritores de España, me llega la siguiente reseña literaria del más reciente libro de José Elgarresta, para inaugurar la segunda temporada de la sección LA CEBADA AL RABO con que mi blog EL CORAZÓN DEL VERBO pretende contribuir a la difusión y conocimiento de la poesía viva de nuestro tiempo.
“NUNCA OS ENAMORÉIS DEL PASADO”
“INSTANTÁNEAS DE UN ROSTRO INFINITO”.
Alacena Roja, Ceutí, 2014, 60 páginas
Una excepcional y muy lírica
colección de poemas conforman el libro de José Elgarresta titulado
“Instantáneas de un rostro infinito”. Elgarresta, escritor muy crítico con la
sociedad y la cultura que nos acoge, en este caso se convierte en un analista
del amor y sus consecuencias. Para él vale más una mirada que un millón de
euros, moneda que lleva camino de un notorio desprestigio gracias a la serie de
políticos descabellados y de capitalistas egoístas que pretenden hacer un mundo
a su imagen y semejanza.
Seguramente es ese amor, esa
mirada, el motivo que mueve la existencia. Y ante los afectos imperecederos,
ante la vitalidad de un momento complaciente ni importan las crisis, ni asusta
el dolor. Por eso estas “Instantáneas de un rostro infinito” se convierten,
plácidamente, en un mundo abierto a las caricias, los deseos, las vehemencias. El
libro dedicado a Elvira Daudet se abre con unos sencillos versos: “Mi
corazón/como una ola/va y viene,/como una ola en el mar./Mi corazón es una
ola…/¿O es el mar?”. Seguramente, como a otros escritores, el mar es parte de
las ensoñaciones, de los momentos compartidos;
es el nexo de unión para todas las cercanías, para todas las
intimidades. Nada más espléndido que un
horizonte azul o una puesta de sol en ese mismo horizonte.