Sin lugar a dudas, el otoño es mi estación favorita y hoy lo trataría de otra forma, pero ya ha llovido mucho desde la publicación de este poema.
COSTUMBRE
Me voy acostumbrando
a los abrazos
y de pronto se vuelven
emboscadas
o se truecan memoria
que no borran las riadas
de mi llanto.
Me voy acostumbrando
a la palabra
y me llegan los vientos
del silencio:
calentura que me prende
en la piel sus alfileres,
sepultura donde duerme
su catalepsia la lengua.
me voy acostumbrando
a la esperanza
y el verde a masticar
me llega otoño,
a pintarme las carnes
de amarillo,
a alfombrar con las escamas
marchitas de mi alma
la solitaria calleja
donde me mata la vida.
Antonia María Carrascal
Del libro
"Y ellos hicieron un poema cada día con el que fueron poniendo alas a la
tierra".