Soleá XLI
Cada vez que tú me besas
yo siento que se me empina
el pelo de la cabeza.
Soleá XLII
Para vivir con acierto
hay que andar de mente vivo
y de sentimiento muerto.
Soleá XLIII
Cuando dices que me quieres
me repites la lección
cogida con alfileres.
Soleá XLIV
Morir es un beneficio,
si se vive transitando
por la calle del suplicio.
Soleá XLV
A Dios le voy a pedir
que te pague a ti la renta
de lo que me debe a mi.
Soleá XLVI
Lo sabes y no lo niegues,
que en las cosas del querer
el que más quiere más pierde.
Soleá XLVII
He perdio la razón
buscándote en los bolsillos
la llave del corazón.
Soleá XLVIII
Te quiero como si fueras
agua llovida de marzo
que al desierto le cayera.
Soleá XLIX
Mi cariño es como Dios:
que no sé donde termina
ni el día que comenzó.
Soleá L
Si tú me quieres, me quedo
metidita entre tus uñas
como barro de alfarero.
Soleá LI
A tu vida yo me entrego
como se entrega la llama
que le pone lengua al fuego.
Soleá LII
Yo me muero por quererte
y no nos junta la vida
ni nos separa la muerte.
Soleá LIII
Tó lo que tengo te doy
y tú a otra se lo llevas.
Mira tú que tonta soy.
Soleá LIV
Por las huellas que tú dejas
ando yo con mis desvelos
como el flan en la bandeja.
Soleá LV
Las flores no son de naide;
si me quieres poseer,
pídele permiso al aire.
Qué maravilla,Antonia, qué soleares más bien escritas y con qué gracia.
ResponderEliminarUn abrazo
PD: Como ves, me cuelo en tu casa. Ahora te será dificil echarme.
Hoy me he puesto a curiosear en las secciones de tu blog y he disfrutado mucho con tus soleares. Un beso, Antonia.
ResponderEliminarme acuerdo tanto de ti, amiga que te busco por aquí, por tu casa, me encanta todo lo que llevas dentro. Abrazos
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