Pese a haber trascendido como novelista y ensayista, Hermann Hesse cultivó también la poesía.
Letras
En ocasiones solemos coger la pluma
Y escribimos sobre una hoja en blanco,
Signos que dicen esto y aquello: todos los conocen,
Es un juego que tiene sus reglas.
Si viniera, en cambio, algún salvaje o loco,
Y, curioso observador, acercase sus ojos a
Una de esas hojas con su campo rúnico,
Otra imagen del mundo -extraña- ahí observaría.
Acaso un salón de mágicos retratos;
Vería la A y la B como un hombre o animal
Moverse, como los ojos, cabellos y miembros,
Allí pensativos, impulsados aquí por el instinto;
Leería como en la nieve las huellas de las cornejas,
Correría, reposaría, sufriría y volaría con ellas
Y vería trasguear entre los signos negros, fijos,
O deslizarse entre los breves trazos,
De cualquier creación las posibilidades.
Vería arder el amor, el dolor contraerse,
Y se admiraría, reiría, lloraría, temblaría,
Pues tras las mejillas de aquella escritura
El mundo entero, con su ciego impulso,
Pequeño se le antojaría, embrujado, exiliado
Entre los signos que, con rígida marcha,
Avanzan prisioneros y tanto se asemejan
Que impulso vital y muerte, deseos y pesares,
Fraternizan hasta hacerse indiscernibles
Gritos de intolerable angustia lanzaría
Finalmente el salvaje, atizaría el fuego y,
Entre golpes de frente y letanías,
La blanca hoja entregaría a las llamas.
Luego, tal vez adormilado, sentiría
Cómo ese no-mundo, ese espejismo
Insoportable lentamente retorna
A lo nunca-sido, al ningún-lado,
Y suspiraría, sonreiría, sanaría.
Nació el 2 de julio de 1877 en Calw-Württemberg, pequeño lugar de la Suabia, al norte de la Selva Negra, Alemania.
Hijo primogénito de un misionero báltico y de una madre nacida en la India e hija de otro misionero.
Fue expulsado de muchos colegios. Entra en un seminario pero abandona los estudios teológicos y comienza a trabajar como mecánico y más tarde se empleó en una biblioteca, donde surgiría su pasión por la literatura.
En la adolescencia intentó suicidarse por una pena de amor y su familia lo puso bajo atención médica.
Se dedicó al periodismo por libre, lo que le inspira su primera novela, Peter Camenzind (1904), mismo año en el que contraería matrimonio con María Bernoulli. En 1905 nace su hijo Bruno; en1909 su hijo Heiner y en 1911, su hijo Martin. En 1912 se traslada a Berna, Suiza, abandonando Alemania para siempre. En 1916 padece un ataque de nervios y recibe su primer tratamiento psicoterapéutico.
Durante la I Guerra Mundial, Hesse, que era pacifista, se traslada aMontagnola, Suiza; donde se nacionalizó en 1923. Fue por esta razón por la que se le consideró un traidor a la patria por los nazis. Se desposó en 1924 con Ruth Wenger, aunque el matrimonio no fue consumado. En 1931 se casaría con Ninon Dolbin.
Se convirtió en uno de los escritores más representativos de Europa; continuador de la línea del romanticismo alemán e intérprete al mismo tiempo de los problemas de la sociedad moderna. El tema central de su obra es la inquietud del hombre en busca de su destino.
En su novela Demian (1919), se percibe la influencia del psiquiatra Carl Jung. EnViaje al Este (1932) expone las cualidades místicas de la experiencia humana.Siddharta (1922) también refleja su interés por el misticismo oriental. El lobo estepario (1927) expone la dualidad entre la individualidad rebelde y las convenciones burguesas, al igual que su obra posterior, Narciso y Goldmundo(1930). Su última novela fue El juego de abalorios (1943).
Indiferente a las corrientes y movimientos literarios, rara vez aparecía en público y jamás firmó ejemplares. Ya mayor, aceptó el Premio Goethe, y el Premio de la Paz, pero no acudió a las respectivas ceremonias. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1946.
Hermann Hesse falleció mientras dormía el 9 de agosto de 1962 a causa de una hemorragia cerebral, en Montagnola, Suiza.
Gracias, Antonia, por traernos esa importante aportación de Hesse, en una faceta menos conocida.- Un abrazo
ResponderEliminarYo fui la primera sorprendida y, aunque sé bien que pasó a la historia como narrador o ensayista, me apeteció dar a conocer su poesía.
EliminarMuchas gracias por presentárnoslo, amiga.
ResponderEliminarAbrazos
Me gustó especialmente porque afrontando el famoso pánico a la hoja en blanco, e partiendo de ella, resuelve el conflicto de buena manera imaginando y escribiendo lo que el lector va aleer. Digamos que crea apoyado en su futuro lector. Un abrazo.
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