REFLEXIÓN
Si cultivo el amor
en mi huerto,
si lo siembro en almácigas fértiles;
si le embriago los alcorques
con rítmicas, adolescentes
lluvias,
y le pongo rodrigones
de indulto
en la caída,
no entiendo por qué
a su muerte,
no me deja esporas
de apego
derramadas
por el suelo.
en mi huerto,
si lo siembro en almácigas fértiles;
si le embriago los alcorques
con rítmicas, adolescentes
lluvias,
y le pongo rodrigones
de indulto
en la caída,
no entiendo por qué
a su muerte,
no me deja esporas
de apego
derramadas
por el suelo.
Antonia María Carrascal
Del libro "Y ellos nacieron un poema cada día con el que fueron poniendo alas a la tierra. Accésit al premio Ricardo Molina
Qué bien se ma da el poema, amiga. Qué bien!
ResponderEliminarAbrazos
Tu amistad sí que se me da bien a mí. Eres un pocito de generosidad. Un abrazo enorme.
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