que cae a la tierra
sus alas partidas
por el cazador,
manchadas sus plumas
de nieve con lodo
te muestras al mundo.
Con aires inciertos,
contemplas la larcha
que habrá de ensaltarte
con otras caídas.
No quieres luchar
contra tu cazador
y ponerte a salvo.
sus alas partidas
por el cazador,
manchadas sus plumas
de nieve con lodo
te muestras al mundo.
Con aires inciertos,
contemplas la larcha
que habrá de ensaltarte
con otras caídas.
No quieres luchar
contra tu cazador
y ponerte a salvo.
(Estribillo)
Es tuya la culpa
si no tienes trigo;
en el barro inmundo
no lo encontrarás.
Has de alzar el vuelo,
subirte a la rama,
cortar el espacio
y volver, y volver
y volver al trigal.
Con aires de lucha,
triunfante en derrota,
te mueves inquieta
sin poder volar;
te agitas, y gritas,
y sólo consigues
mover más el cieno.
mover más el cieno.
Levante despacio,
mantente segura,
sopesa tu fuerza,
mira al horizonte
y lánzate al monte
segura de que ya
no han de hundirte más.
(Al estribillo)
mantente segura,
sopesa tu fuerza,
mira al horizonte
y lánzate al monte
segura de que ya
no han de hundirte más.
(Al estribillo)
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