Lleva siglos de trampas aprendidas.
No lo mires.
En su faz de terror
tiene obsceno atractivo
Si te apura a beber de su saliva,
te lastrará con piedras de basalto
y tus manos se irán en remolinos.
Dicen que su olor da frío al cerebro
y apaga los colores.
No lo invites aunque llame a tu puerta
con cara de chiquillo entristecido.
No lo escuches:
el miedo es un fantasma solitario
que se atreve a ulular
a veces para hacerse compañía.
Me gusta mucho,
ResponderEliminarME ALEGRA QUE TE GUSTE, rEGLA.
EliminarMuy bueno.
ResponderEliminarEstoy encantada de que te haya gustado, Nica.
EliminarMe resulta un poema estupendo, amiga. Te felicitop.
ResponderEliminarBeso
Gracias, José valle, por tu amable comentario. Besos.
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